Ética
Ética es una rama
de la filosofía dedicada a las cuestiones morales. La moral es considerada como
un sinónimo, los valores y la cultura principalmente, y se destaca al momento
de tomar decisiones porque tiene que ver con el proceder de los hombres en
relación a su conciencia y responsabilidad, además de su comportamiento.
La ética es percibida por muchos autores de diversas
maneras, pero como aseguran Ramos (1996) y Caña (1998) su finalidad es
encontrar el bien, estudiar los fundamentos, causas y razones de lo bueno y lo
malo de la conducta humana.
“Esto implica una reflexión de los actos morales y una revisión critica sobre la validez de dicha conducta” (Caña, 1998, p.2).
Cuando se habla de ética es diferente de la moral, porque la
moral se basa en la obediencia a las normas, las costumbres y preceptos o
mandamientos culturales, jerárquicos o religiosos, mientras que la ética busca
fundamentar la manera de vivir por el pensamiento humano.
Sin embargo la Ética y la Moral están estrechamente relacionadas.
Los términos provienen de los griegos y los romanos, en donde ambos
identificaban estas palabras con el sentido de la palabra costumbre y forma
parte de las ciencias deontológicas, las cuales estudian a los seres humanos
como deben ser.
En la filosofía, la ética no se limita a la moral, que
generalmente se entiende como la costumbre o el hábito, sino que busca el
fundamento teórico para encontrar la mejor forma de vivir, la búsqueda del
mejor estilo de vida.
Para englobar todo lo anterior, la ética está basada en
estructuras, políticas, códigos o en un entendimiento general de las reglas.
Aunque igualmente, es necesario contar con individuos que puedan diferenciar
entre lo que está bien y mal, que sean capaces de tomar decisiones difíciles y
que sean lo suficientemente firmes para apegarse a ellas.
En resumen, existen reglas que son impuestas por la sociedad
y son estos los que juzgan lo correcto, lo incorrecto y lo que parece más
justo. Igualmente, implementan leyes con las cuales se logra mantener el orden.
Así, con este sistema, se ven involucrados los intereses propios de la misma
sociedad y el fin común.
Ética Inmobiliaria
La ética en el sector inmobiliario es el conjunto de
principios, valores y normas de actuación por los que se deben regir los
agentes inmobiliarios en el desarrollo de sus funciones profesionales.
En el sector inmobiliario, uno de los valores más
importantes es la credibilidad, que es un valor que se gana trabajando
éticamente. La falta de honestidad para forzar una venta de un inmueble,
ocultando detalles que saben que perjudicarán al cliente en el futuro es un
ejemplo de falta de ética en este ámbito.
Trabajar de forma ética es pensar en el bien común y buscar
la satisfacción de todas las partes. Cuando una empresa se lleva a cabo con
ética, la probabilidad de la lealtad del cliente es mucho mayor.
El mundo inmobiliario trabaja con bienes intangibles, como
la ética, el sentido común, la creatividad, la profesionalidad y el
conocimiento del producto. Por lo tanto, un agente inmobiliario profesional y
ético, actúa con justicia y decencia, sabiendo que el núcleo de su profesión no
es tratar con bienes raíces.
Paradigma
Paradigma es un término de origen griego,
"parádeigma", que significa modelo, patrón, ejemplo. En un sentido
amplio se corresponde con algo que va a servir como modelo o ejemplo a seguir
en una situación dada. Son las directrices de un grupo que establecen límites y
que determinan cómo una persona debe actuar dentro de los límites.
Ética Nicomaquea
Es una obra de Aristóteles escrita en el siglo IV a. C. Se
trata de uno de los primeros tratados conservados sobre ética y moral de la
filosofía occidental, y sin duda el más completo de la ética aristotélica. Está
compuesto por diez libros que se consideran basados en notas sobre sus
ponencias magistrales en el Liceo. La obra abarca un análisis de la relación
del carácter y la inteligencia con la felicidad. Junto con el mensaje bíblico
judeocristiano, constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que
posteriormente se erigió la ética occidental.
Queda
desfasada la consideración de que fuera el mismo Aristóteles quien diera nombre
a sus obras. Nótese que Aristóteles se refiere a la temática de la que está
tratando como Política y el estudio de la misma, nunca de Ética.
Por lo que se refiere al nombre de Nicómaco, durante mucho
tiempo ha sido interpretado como posesivo, indicando ya sea el destinatario, ya
sea el autor o el editor. Hoy en día estas hipótesis están completamente
descartadas y en lo que respecta a Nicómaco es impensable hoy por hoy que ese
Nicómaco sea el hijo de Aristóteles, siquiera un supuesto destinatario o
conocido al que dedicar la obra. Actualmente, la apuesta más destacada es la
que indica que tanto el nombre de Ética como los adjetivos se dieron gracias a
un tercero, probablemente Andrónico de Rodas o quizás alguien posterior, en
todo caso es probable que no tenga más valor que el de meras etiquetas cuya
finalidad no parece que fuera otra que distinguir escritos pertenecientes a
épocas y concepciones diferentes.
En su ética nicomáquea Aristóteles identifica como finalidad
suprema la felicidad individual y colectiva. Para alcanzarla, sitúa a la razón,
la virtud y la prudencia por encima de las pasiones ya que para él los seres humanos
viven en sociedad y sus actitudes deben ser dirigidas hacia un bien común.
Para Aristóteles, toda racionalidad práctica busca un fin o
un bien, mientras que la ética tiene como propósito establecer la finalidad
suprema que está por encima, que justifica todas las demás, y ayudar a conocer
la manera de alcanzarla.
Ética Kantiana
La ética de Kan es la ética material, es decir, aquella
ética que considera que una opción debe ser considerada por las consecuencias
que tiene y en función del premio o el castigo que se va a recibir. El
pensamiento Kantiano no coincide completamente como valido el pensamiento ético
de Aristóteles ya que este decía que “una opción es correcta si me hace feliz”,
Kan pretende crear una ética universal válida para todos los seres humanos sin
que esto signifique en ningún momento una misma moral sino utilizar todos el
mismo criterio. Kant no acepta una ética hipotética consistente en huir de un
castigo o ir hacia un premio porque aquello que para alguien es un premio para
otra persona puede ser un castigo, por esta razón Kant pretende crear una ética
que el llama una ética formal., una ética racional basada en lo que él denomina
imperativo categórico.
El imperativo categórico es un elemento de la voluntad que
debe ser el criterio que debemos tener los seres humanos a la hora de decir que
es lo correcto e incorrecto. Kant no nos dice que debemos hacer, ya que debemos
ser nosotros quienes decidamos, quienes seamos nuestros propios propios
legisladores morales. El imperativo categórico tiene dos formulaciones
diferentes, aunque Kant considera que son dos caras de la misma moneda.
En un primer lugar Kant considera el imperativo categórico
con el siguiente principio: Actúa tal y como crees que debería actuar todo el
mundo.
Su segunda formulación hace referencia al hecho de que nunca
debemos visualizar a un ser humano como un instrumento sino como un fin en si
mismo, porque todos los seres humanos sea cual sea su condición no implica
ningún cambio en nuestra dignidad. Todos los seres humanos somos igual de
dignos. El segundo principio Kantiano tiene como fundamento fundamental el
concepto de derechos humanos.
El tercer elemento fundamental es la consideración de el
¿Por qué debemos actuar de forma correcta? Según Kant lo que debemos hacer es
interiorizar aquello que haremos y por
lo tanto actuar, no en función de nuestro beneficio personal sino en función de
lo que debemos hacer, lo que Kant llama el deber por el deber, no en función de
mis intereses sino en función de lo que aquello que yo creo que debo hacer.
Libertad
Libertad
es la facultad o capacidad del el ser humano de actuar o no actuar siguiendo
según su criterio y voluntad. Libertad es también el estado o la condición en
que se encuentra una persona que no se encuentra prisionera, coaccionada o
sometida a otra.
Se utiliza esta palabra para referirse también a la facultad
que tienen los ciudadanos de un país de actuar o no actuar siguiendo su
voluntad siempre que esté dentro de lo que establece la ley.
Este término también hace referencia a 'confianza',
'franqueza' y, especialmente en su forma en plural, libertad significa osada
familiaridad. 'Libertad' puede indicar también una falta de obligación. Procede
del latín libertas, libertātis.
Libertad de Elección
El concepto de elección libre no es la inversión que la
conciencia de un sujeto operatorio imprime al proceso determinista que le
impulsa a inclinarse por una alternativa entre otras posibles; pues un tal
determinismo tendrá lugar, a lo sumo, a una escala distinta de aquella en la
que se configuran los actos de elección. Entendido a escala adecuada, el
concepto de elección formula (o describe) la situación fenomenológica de la
conducta de un sujeto (sobre todo, cuando se la analiza etic) que, tras haber
recorrido una trayectoria lineal (dibujada en el espacio etic teórico desde el
que la analizamos) llega a un punto de bifurcación o diversificación de esta
trayectoria lineal y, después de oscilar, titubear, explorar las nuevas
trayectorias alternativas que se le abren, se inclina por una de ellas. Lo que
llamamos elección podría entenderse simplemente como un modo de describir este
«intervalo» de oscilación, titubeo o exploración. En este sentido cabe admitir
que la elección no es ilusoria, puesto que al utilizar este término estamos
describiendo un episodio que tiene efectivamente lugar en un proceso que hemos
analizado aunque sea a través de coordenadas artificiosas. La libertad positiva
no habrá que ponerla en la elección.
El Mal
Puede ser:
Físico: aquel que ni directa ni indirectamente depende de la
voluntad humana (enfermedad, terremotos, desgracia naturales, accidentes, etc.)
Moral: aquel atribuido a la voluntad humana (guerra,
crímenes, injusticias).
- El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias Una finalidad mala corrompe la acción, aunque su objeto sea de suyo bueno (como orar y ayunar ‘para ser visto por los hombres’).
- El objeto de la elección puede por sí solo viciar el conjunto de todo el acto. Hay comportamientos concretos -como la fornicación - que siempre es un error elegirlos, porque su elección comporta un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral.
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